La meditación es uno de esos hábitos diarios que realmente pueden cambiar tu vida. Desde reducir los niveles de estrés y mejorar el enfoque hasta cultivar la paz interior, no es de extrañar que muchas personas quieran comenzar a meditar.
Cuando meditas, te conectas contigo mismo, entiendes y liberas cualquier dolor que sientas, además de expandir tu conciencia. Al igual que comenzar con cualquier hábito, las primeras semanas serán difíciles. Pero, si te apegas a ella, mejorarás con el tiempo y eventualmente dominarás esta antigua técnica.
Estos consejos ayudarán a cualquier principiante a iniciarse en el mundo de la meditación. Recuerde, comience poco a poco y no sea demasiado duro consigo mismo si parece que no puede concentrarse al principio.
1. Encuentra un lugar agradable y tranquilo
Como principiante, querrás meditar en un zona tranquila para evitar distracciones que podría interferir con su concentración. A medida que mejore, se sentirá mucho más cómodo meditando en lugares ruidosos. Pero por ahora, elige un lugar tranquilo.
2. Ponte en una posición cómoda
Prueba diferentes posiciones de meditación y ver cuál se siente mejor para usted. F todo loto, medio loto y birmano son poses comunes que tal vez quieras probar. Siéntate en posición vertical y deja que tu cuerpo se relaje. Si estas poses no le resultan cómodas, opte por una silla, banco o cojín de meditación. En Foter se puede encontrar una amplia selección de sillas de meditación.
3. Pon un temporizador
Ahora que estás en una posición cómoda y listo para comenzar tu práctica, decide cuánto tiempo quieres meditar. Sesiones cortas como 2, 5 o 10 minutos son ideales para principiantes empezando.
4. Cierra los ojos y solo respira
No trate de controlar el ritmo de su respiración. En cambio, respirar naturalmente y concéntrate en cada inhalación y exhalación y nota como tu cuerpo se mueve con cada respiración.
5. Escanea tu cuerpo
Al inhalar y exhalar, observar cada parte de tu cuerpo empezando por la cabeza y bajando hasta los dedos de los pies o viceversa. Por ejemplo, observe cómo se mueve su pecho y cómo se sienten sus hombros. Haga una pausa y desvíe su atención a las sensaciones que está sintiendo.
6. Deja que tu mente divague
Está bien si tu mente comienza a divagar durante tu práctica. Le pasa a todo el mundo. Simplemente acepta tus pensamientos y vuelve a concentrarte en tu respiración.
7. Muéstrate compasivo
La mayoría de los principiantes se frustran cuando pierden la concentración, pero recuerda que la meditación es una práctica, así que no esperes que sea perfecta al principio. Mira tus pensamientos errantes con una actitud amistosa y no te juzgues a ti mismo. Solo déjalos ir y vuelve a tu respiración.
8. Termina con una sonrisa
Cuando estés listo, abre suavemente los ojos y sonríe. Date cuenta de cuánto te sientes más ligero y agradece que hayas hecho tiempo, aunque sean solo unos minutos, para sentarte contigo mismo y cuidar de tu bienestar.
¡Eso es todo! Eso es todo lo que necesitas hacer para lograr la calma zen durante la meditación. No siempre es fácil, pero recuerda que los beneficios a largo plazo de la meditación valen la pena, así que comienza hoy y continúa construyendo tu hábito de meditación para una vida pacífica y feliz.